Alberto Weretilneck terminó su mandato de gobernador de Río Negro en diciembre y se sumó al Senado, con un monobloque que hasta ahora respaldó las leyes enviadas por Alberto Fernández.

Su nombre apareció en la lista de 87 correos electrónicos hallada en un archivo de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), que según la interventora Cristina Caamaño habían sido pinchados por orden de Gustavo Arribas, el ex jefe de los espías. 

El senador le pide explicaciones a Mauricio Macri por ser el responsable del organismo y sospecha que pudo estar interesado en tener información sobre empresarios amigos que tenía en la provincia. "Cuando vea la época de los correos, voy a saber". 

-¿Qué supo del archivo de la AFI en el que aparece como uno de los políticos espiados por el anterior Gobierno?

-No tengo más noticias e información que a través de los medios. Una vez que la causa avance y se empiece a desarrollar, vamos a participar como querellantes para llegar a las últimas consecuencias.

- ¿Cuáles serían las últimas consecuencias?

- Queremos la condena a quienes tomaron la decisión de investigar y de intervenir nuestros correos, que seguramente son también nuestros teléfonos. Y queremos ver a los autores materiales.

-¿Incluye a Macri entre los posibles responsables?

-Macri tiene que dar explicaciones sobre el espionaje ilegal, porque la AFI dependía de él. Tiene que responder como ex presidente de la república y responsable directo.  

Exclusivo: detalles de la denuncia a la AFI de Macri por espionaje ilegal a Monzó y Massot 

- ¿Cuándo fue gobernador sospechó que podían estar espiándolo?

-No, porque más allá de lo que se habla y se dice del espionaje, no teníamos graves situaciones con el macrismo como para pensar esto. Está la idea de que (los espías) son mucho más serios y no por el sólo hecho de ser gobernador te van a espiar.

De todas maneras, siempre está mal y es inadmisible que alguien que administre el Estado utilice estos recursos contra los opositores. Es repudiable y de una perversidad enorme. Y contra integrantes de su propio espacio político, es más repudiable. Pero nunca pensé que podía estar siendo escuchado e investigado.

-¿Cómo fue su relación con Macri?

-Habré hablado 3 o 4 veces. Fue una relación normal, con momentos buenos y malos. El más difícil fue cuando me doy cuenta que la central nuclear que quería instalar era un problema para la provincia, porque no había licencia social. Fue un momento muy tenso.

- ¿Cuántos correos electrónicos tuvo?

-En ese momento tenía tres o cuatro. Los abría a todos. Uno era del personal que trabajaba conmigo y otro mío únicamente. 

-¿Tenía alguna medida de seguridad para evitar que los pinchen?

-Uno siempre tiene normas de protección en los teléfonos, pero no tanto en los correos. Estoy convencido que el tema no eran los correos, sino las personas. Pero como no andaba en ninguna cosa ilegal, estoy tranquilo. Lo que me da bronca y asco es que para ser político haya que espiar a la oposición.

- ¿Qué material cree que estaban buscando?

-No sé, uno de los temas que tengo necesidad de saber es si se pueden recuperar los correos y así ver sobre qué tema eran. Según la época puedo saber en qué estaban interesados.

- ¿Además de la planta nuclear, que otros conflictos tuvo?

-Un conflicto fuerte fue el de la electricidad, porque Macri era muy amigo de la familia Neuss, que controla la distribuidora Edersa. Y me pedían que los tratara bien.

-¿En qué momento?

-Los cuatro años. El conflicto de planta nuclear fue en 2017. Pero por los Neuss presionaron siempre.

-¿Pudo hablar con su comprovinciano Miguel Pichetto sobre este tema?

-Con Miguel hablo cada tanto, pero de temas personales, porque tenemos una muy buena relación. Es un amigo. De política no, porque ya tomó su camino.